ENTRE CARNICERÍAS Y BICICLETAS…

Domingo de sobremesa… escuchando a mi viejito contar su historia personal de trabajo como carnicero con su padre y su hermano, allá ité (léase lejos) en el tiempo, por los años cincuenta y sesenta en el Pueblo de Santo Tomé. Las calles eran todas de tierra, y última luz que alumbraba la calle estaba en la esquina del cementerio, dice con nostalgia.

En el relato, mira lejos y viaja en el tiempo. Busca su caballo en la cerrazón, lo engancha y se acomoda en el viejo carretón, que lo lleva al matadero de vacas del barrio Tablada, cuando llega más temprano, juega a «las caritas» con los muchachos del lugar, hasta que el comisario del Matadero, don Alsina (abuelo de Gabriel Alsina el dueño de Fotografiarte), los interrumpe porque comienza la faena.

Sigue contando y enseguida gesticula enlazar una vaca revoleando el brazo, para luego faenar (sacrificar, cuerear y limpiar el animal). Recuerda y le da frío en los pies cuando tenían que baldear descalzos el espacio designado para ellos en el matadero, en días de crudo invierno. Yo lo escucho, y sin decir nada, observo en sus manos y en sus codos las consecuencias, esa artrosis que lo tiene a maltraer en éste tiempo de su vejez.

Él recuerda con afecto a las viejas familias del barrio Puerto. Los Rodríguez (que elaboraban chorizos caseros, que traían en unos pesados canastos para venderles a los brasileros al grito de: ¡Lingüiza boa compadre!! Lingüiza boa!!), los Benítez (padres de Pelusa, Nito, y sus otros hermanos), los Cohen (abuelos de Claudio, Lilian Puntel y su hermano más chico), los Ramírez (padres de Jaja Ramírez y sus hermanos), los Panario (parientes de Luisa y Mary Panario) los Pedrozo. También se acuerda de la Panadería de Los Marineros (por Sáenz Peña casi Caá Guazú, actual familia Ayala). Entre otras personas que menciona con sus apodos.

La primera carnicería de los Araujo fue cerca del Puerto Vanguardia (Esquina familia Zandavalli donde termina el Caracol). Segunda, Sáenz Peña y Caá Guazú (actual familia Reisdorfer). Tercera Ángel Blanco y Caá Guazú. Cuarta carnicería Mitre casi Brasil (actual oficina del PAMI). Y desde casi siempre la del Barrio Estación.

Los fines de semana vendían hasta tres animales en su negocio. No se llamaban delivery, y no tenían aplicación para celulares en esa época. Pero mi tío Chico Araujo, hacía hasta cuarenta entregas a domicilio todos los días, de productos cárnicos en un carrito tirado por caballos. Y entre medio de corte y corte, había que entrenar para alguna carrera de bicicletas que saliera, con un circuito armado por calle San Martín hasta Sáenz Peña, volviendo por Mitre hasta Brasil y así sucesivamente, una hora u hora y media de madrugada, mientras el pueblo dormía. Después, un bañito con fuentón (no tenían ducha), y a atender la carnicería de nuevo.

Un poco de historia de los Araujo cuera de Santo Tomé Corrientes. Hace tiempo que quería ensamblar a los Araujo carniceros con los Araujo ciclistas. Y hoy casi sin querer… mi padre lo hizo posible.

Testimonio: Tolo Araujo (mi padre)
El de la foto: Chico Araujo (mi tío)