DOÑA MARIA DEL CARMEN LEIVA, UNA MADRE GIGANTE DE LOS NOBLE

Julio Oscar Noble es el hijo más chico de los varones de Doña María del Carmen Leiva y uno de los doce hermanos de esa familia numerosa; con domicilio en esa esquina emblemática, donde estaba la Piedra Gigante en el barrio Sarmiento de Santo Tomé Corrientes.

El Pona, como se lo conoce en el pueblo, hizo su vida laboral como servidor público como se dice él, siendo oficial de la policía de Corrientes. Y hoy reside en Del Viso Buenos Aires, para estar más cerca de algunos de sus hijos. Aunque manifiesta que les quedaron lejos una hija, sus hermanos y su madre; que se reparten entre Misiones, Virasoro y Santo Tomé Corrientes.

Comenzamos la charla mencionando la característica de madre, de las denominadas de las “de antes”. Y él nos dice:

¡Sí!… sí seguro. Pero de todos modos es una mujer que se adecuó mucho a los tiempos y nos adecuó a nosotros también. Pero siempre con su “libro chiquito” con respecto a los valores, que es el que conserva para manejar y manejarse en determinadas situaciones.

¿Cuánto se reparten en valores tus viejos?

Los dos supieron darnos valores. Mira, los dos fueron analfabetos y creo que el ejemplo más grande es que a pesar de esa condición en su poca formación académica, todos nosotros, al menos lo que estamos hoy vivos, somos profesionales con estudios terciarios y una línea de conducta. Mi vieja nos inculco el respeto al hermano mayor, para nosotros los hermanos mayores son una figura. Y ayudándonos entre nosotros cuando uno necesitó siempre hubo un hermano que estuvo presente. Como así también disfrutando de los logros de cada uno.

Es toda una filosofía, ser madre de doce hijos.

¡Sí, más de una familia recontra humilde para abajo eh! Mi viejo el único que laburaba en Vialidad Nacional, mucho tiempo ausente por los gajes de ese oficio. Y mi vieja en la casa, una mujer con pepas de oro realmente. ¿Y sabes qué? no era fácil estar con esos “diablos” ahí. Encima no era madre de solo nosotros, era como la madre del barrio.

Entonces había juntada de gurisadas permanente ahí frente a tu casa.

Sí, más vale. Yo te digo, el gran legado que nos va dejando la vieja es que en casa todos podían estar y eran como parte de nuestra familia. Te puedo dar nombres como Tata Carvallo, Tito Aguilera, Piska Ríos; que fueron como hermanos de la vida que siempre estaban ahí. Porque eran de familias que tenían la misma enseñanza e idiosincrasia de vida. Era nuestra esquina de la 9 de Julio y Caa Guazú, la famosa Piedra Gigante de los Noble. Ahí era la juntadera de noche y de día, o en los carnavales.

¿Una infancia linda no?

Sí, yo creo que era la felicidad de chicos bien criados.

Y cuando hacían una macana ¿Cómo se corregía eso?

Como a la antigua, como la “vieja escuela”. Hoy mis viejos estarían con una condena muy fuerte che. Era otra época, que no se sabe si era mejor o peor. Y el respeto a mis hermanas era superlativo. Hasta el día de hoy, siempre en el papel de la gallina que junta los pollitos.

¿Esa infancia tenía una riqueza que trasciende cualquier valor?

Hay algo que siempre tengo presente. Yo no me acuerdo haber escuchado, te juro, que alguno de mis hermanos le haya levantado la voz a mi madre con razón o no. ¡Jamás! Y tenemos miles de diferencias como seres humanos, conceptuales y de formas. Y lo mismo entre hermanos, y jamás fui testigo de algo de eso. Y cuando alguien de la familia necesitó no éramos ocho… éramos dieciséis. En el tema escolar también. Cuando yo era chico y los hermanos más grandes ya trabajaban, ellos nos ayudaban a nosotros, los más chicos; y así pasó también cuando nos fuimos a estudiar. El ayudarnos entre hermanos era una regla casi natural.

La enseñanza de tu madre fue importante para la vida de ustedes ¿no?

Sí, no te quepa la menor duda. Tanto como para cumplir nuestras obligaciones como entender que si cumplís tus obligaciones reforzás tus derechos todo el tiempo.

¿Pudiste decirle a tu madre que sus enseñanzas te sirvieron?

¿Vos sabes que ahora de grande? Y con este tema de la pandemia, que no la veo. No sé, hay gente que somos así, a la que nos cuesta mucho el “Te quiero”. A esa gente vos le mostrás el lado escrito y el lado en blanco, y ella sabe qué lado va a leer. Tienen una mirada muy especial que es imposible embromarle. Es de esas mujeres que te ven a cien metros si vos estás triste o no.

¿Vos crees que tu mamá es inteligente, o tiene mucha sabiduría?

No, creo que es Ella es una “sabia de la vida”. Supo captar los buenos y malos momentos que le tocó vivir. No la pasó muy bien como madre, con los casos de mis hermanos que fallecieron. No nos trasladó ese sufrimiento de nuestra hermana Susy. Creo que nosotros le trasladamos esa angustia más a ella que ella a nosotros. Eso es de una fortaleza para mi inigualable.

¿En tu vida profesional de policía estaban presentes conceptos de tu madre?

¡Sí! ¡Siempre! ¡Siempre! Inclusive cuando me equivoqué. Muchas cosas que ella me inculcó me sirvieron para evitar cosas más graves, que hubieran ocurrido si no hubiese tenido esa enseñanza. También muchas cosas de mi viejo. El principio del trabajo, la pertenencia por la familia. Porque mi viejo se ausentaba mucho por su trabajo de Vialidad, pasaba días y semanas lejos del pueblo.

¿En tu vida de padre o abuelo aparece la figura de tu madre en tu persona?

¡Sí! Igual yo creo que por una cuestión de conducta particular, por la cantidad fuimos distintos uno de otro. Pero sí, siempre aparece. Y capaz soy uno del más parecido a ella, el más Leiva por decirlo de alguna manera.

¿Cómo se dio la llegada de ese medio hermano que vive desde hace mucho en la casa de ustedes? ¿Cómo lo entendés a eso?

Es el corazón de madre. Yo creo que no tiene otra calificación. No conozco bien la historia, pero desde siempre fue uno más de nosotros. Lo sintetizo como que es el corazón de madre. Así pasaron otras personas también viviendo en mi casa, y lo de ellos siempre fue natural. Yo en ese sentido soy bastante parecido a mamá. Y mis hermanos también son así.

¿Qué le dirías a tu madre hoy si estuvieras frente a ella?

Las gracias. Hoy tengo la necesidad de estar con ella, pero en este tiempo no creado me cuesta mucho. Yo a estas fiestas le denomino Fiestas Patrias de Los Nobles. Carnavales, cumpleaños y el 31 de diciembre, son ritos casi sagrados de la familia. Creo que las acciones de uno dicen mucho más que las palabras muchas veces. Le diría que es MI EJEMPLO (largo silencio, se emociona el Pona) Ella sabe bien que es parte fundamental de nuestras vidas. Y nuestro gran orgullo fue haber sido buena gente, con estudio y ser considerado dentro de toda buena gente, porque creo que nosotros nos consideramos buena gente, porque ella nos hizo creernos eso ¿viste? Yo me considero buena gente, con errores también como todos seguramente. Somos buena leche y de buen cuero. Y a mi vieja le voy a agradecer toda la vida. Tanto yo como mis hermanos un respeto no dicho o mal dicho posiblemente, pero con mucho sentimiento. Mucha gratitud y mucho amor.